La Recaída



Cuando yo te pretendía se hacían malos comentarios:
que en tus redes traicioneras y tus manipulaciones,
habías perdido a varios.
Pensé muy ingenuamente que por un derrier de reina,
piernas espectaculares y senos monumentales,
perderse valía la pena.
Por ir detrás de la dicha de tus encantos carnales
yo me enamoré de ti y así empezaron mis males,
porque al darte yo mi vida y tú a mí todo entregarme
me creí dueño de ti, pero tú me abandonaste.
Yo me encontraba ya hundido en tus redes hasta el cuello
porque te adoraba tanto, pero también por aquello,
y otra vez volví a buscarte.
Volviste a manipualrme y cediste ante mis ruegos,
mas no porque me quisieras sino por seguir el juego,
y otra vez me abandonaste.
Los dos errores más graves así cometí en mi vida:
primero caer contigo, segundo la recaída;
y hay errores en la vida que se han de pagar con creces,
y que jamás se perdonan si se cometen dos veces.

0 comentarios :

Publicar un comentario

Penas y alegrías del amor