Que No Corras La Misma Suerte

La oscura faz de tu olvido,
como un afilado estilete
de rojo intenso y candente
mató el último suspiro

del corazón que te adora,
en la vida y en la muerte,
y muriendo a Dios implora
no corras la misma suerte.

Que no saborees nunca
la misma hiel que me diste,
y que no se quede trunca,

si un desengaño la embiste,
tu vida que amores surcan
y que olvidos no resiste.

0 comentarios :

Publicar un comentario

Penas y alegrías del amor