Viaje al pasado

Vuelvo de un corto viaje que me ha llevado al pasado,
recorrí sendas, lugares de un pueblo de ensoñación
que, aunque ya no es como entonces, lo es en mi corazón,
lo vi por una ventana que el tiempo, aunque se propuso,
nunca pudo cerrar.

Como en un sueño distante que nunca nadie soñó,
reviví en aquel pasado el amor que alimentó
mi alma de adolescente, pintándola de alegría,
de esperanza, de ilusión.

En cada lugar del pueblo encontré restos de amor,
huellas de amaneceres de romántico esplendor
que aún se encuentran intactos, que son del mismo color,
que tienen la misma luna, que tienen el mismo sol.

Y no sé si de alegría, de tristeza o de dolor,
lloré al verme de pronto en aquel precioso lugar
que fue testigo de algo que ha estado sienpre latente
en lo más profundo de mi alma y que vive en mi corazón:
mi primer beso de amor.

Permanecí largas horas extasiado en ese lugar,
le pregunté si un recuerdo aún tenía de ese amor,
y me respondió que sí, que se había eternizado,
que allí por siempre estará.

Le repliqué: ¡qué ironía! aunque allí sigue presente
hace tiempo que murió, pero murió en un sentido,
en un solo corazón, en otro sigue presente,
no con el mismo esplendor,
como el más bello recuerdo que a veces causa dolor.

Algún día volveré a ese pueblo y volveré a recordar
el romance que sus calles recorrió con ilusión
a sentir en sus aromas navegar una esperanza
y a visitar de nuevo mi primer beso de amor.

1 comentarios :

Comentario de Anónimo

Parece hecho para mí. Me hiciste llorar.
Hasta siempre.

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Penas y alegrías del amor