Cuando en ti yo pienso



Una noche inmensa de brillante oscuro,
de tristeza densa y un silencio puro,
quiso rescatarme de ese mar de angustias
en donde naufraga mi existencia mustia.

Quedó diminuta la inmensidad larga de la noche eterna,
cual bálsamo tenue para esencia enferma,
ante la infinita horda de quebrantos
que no admiten tiempo y torturan mi alma,
cuando en ti yo pienso.

Una lluvia intensa de humedad sin calma
cual espera eterna que envejece el alma,
mojaba mi llanto, congelado y yerto,
por llorar yo tanto tu cariño muerto.

Quedaron pequeñas las inmensas gotas de la triste lluvia,
cual caricias rotas que mi piel enturbian,
ante las pesadas gotas de mi llanto
que no admiten lienzo y que mojan mi alma,
cuando en ti yo pienso.

Una aurora ingenua, triunfante y sonriente
que acabó la noche y la lluvia indolentes,
quiso convencerme que de igual manera
podría yo logar que tu recuerdo muera.

Inconmensurable quedó aquella aurora de tinte celeste,
cual reminiscencia que azota mi mente,
ante cada intento de enviarte al olvido
que más me hace amarte, más impregnas mi alma
y más en ti yo pienso.

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Penas y alegrías del amor